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Cuando veas a tu compañero enojarse y le escuches decir cosas poco razonables, no le des ninguna importancia, no le hagas reproches.
El está en el estado de un hombre ebrio, es inconsciente.
Más bien soporte su furia con paciencia, no busque ayuda contra él; El demonio lo ha vencido, la naturaleza se ha desatado y la razón se retiró.
Y si le reprocha o le responde en el mismo tono, usted será como un hombre en posesión de su razón que se enfrenta ante aquel que el demonio posee, o como un hombre que tiene toda su conciencia y que reprende a otro que está desfallecido.
¡Es usted quien comete el error!
Considérele más bien con lástima, mire como el destino juega con él, asista como espectador al movimiento de la naturaleza en él y sepa que cuando recupere la lucidez, se arrepentirá de lo que le pasó y sabrá reconocer el mérito de su paciencia.
Lo menos que puede hacer para exorcizarle es abandonarle durante su ira hasta que se recobre.
Esta es una actitud que debe observar el niño delante de la ira de su padre, la esposa ante la ira de su marido .
Dejarle encontrar alivio en lo que él dice, no hacer caso, él se recuperará, se arrepentirá y pedirá que se le perdone.
Pero si uno se encara en contra de lo que él dice y lo que hace, la hostilidad se volverá real y cuando recobre su sentido, él reclamará compensación por la injuria que se le habrá hecho durante su embriaguez.
Shei Muhammad Ibn Abi Bakr Ibn al-Qayyim jawziya
Tomado de: http://3ilm.char3i.over-blog.com/article-patienter-face-a-la-colere-d-autrui-43077760.html
Traducido al castellano por Umm Amina
