Su conversión y su matrimonio con Umm Sulaym (رضي الله عنها)
Según Anas (رضي الله عنه), Malik ibn Anas, dijo a su esposa, Umm Sulaym, la madre de Anas: "Este hombre (el Profeta) prohibió el vino" Y luego regresó a Siria, donde murió. A continuación Abu Talha se dirigió a Umm Sulaym, para pedirle su mano.
La dama respondió en estos términos: "Abu Talha, un hombre como tú no puede ser rechazado, pero tu eres incrédulo todavía y yo soy musulmana, lo que hace nuestro matrimonio imposible".
- "Di, ¿cuál es el precio?"
- "¿de que precio se trata?"
- " De oro o de plata"
- "No quiero ni oro ni plata, lo que quiero es que te conviertas en musulmán. Si te conviertes, yo me contentaré con eso como calidad de dote, y no quiero nada más".
- "¿Cómo hago (es decir quién me puede ayudar a hacerlo)?"
- "El Mensajero de Allah".
Abu Talha fue al campo para encontrarse con el Mensajero de Allah en medio de un grupo de sus compañeros. Cuando el Mensajero lo vio venir, le dijo: "Se trata de Abu Talha que llega con el rostro iluminado por el Islam".
Abu Talha le contó lo que había dicho Umm Sulaym y él se la dió en matrimonio.
Thait al-Banani (uno de los transmisores de hadith según Anas) dijo: "No sabemos de dote más importante que la suya ya que se contentó con la adhesión al Islam (de su hombre). Esta esposa era de pequeña talla, con ojos encantadores. Ella permaneció junto a su marido al que amaba muchísimo y tuvieron un hijo. Luego éste cayó gravemente enfermo. Lo que afectó profundamente a Abu Talha.
La muerte de su hijo
Abu Talha se levantó al amanecer, hizo sus abluciones y se fue a ver al Profeta صلى الله عليه و سلم para rezar con él y permaner con él hasta el medio día. Y luego se fue a casa a comer y descansar. Después de realizar la oración del Dohr, volvió a reunirse con el Profeta صلى الله عليه و سلم y no volvió hasta después de la oración del crepúsculo.
Una vez que Abu Talha fue a encontrarse con el Profeta صلى الله عليه و سلم en la noche [a la mezquita], el niño murió (durante su ausencia).
Umm Sulaym dijo: que nadie informe a Abu Talha de la muerte de su hijo antes que yo. Ella preparó el cuerpo del niño, lo cubrió y lo puso en un rincón de la casa como si durmiera. Abu Talha regresó de visitar al Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم en compañía de un grupo de sus amigos y asistentes a la mezquita.
- "¿Cómo está mi hijo?" Dijo él.
- "Oh, Abu Talha, él está hoy más tranquilo de lo que nunca ha estado desde el principio de su sufrimiento y espero que esté reposando." dijo ella.
Luego ella sirvió la cena y comieron. Entonces la gente se despidió de él. Y se retiró a dormir. Su esposa entró con su mejor vestido. Es decir, que se engalanó para estar más bella.
Ella se acostó a su lado. Tan pronto como sintió su perfume, hizo con ella lo que un hombre hace con su esposa.
A última hora de la noche, ella dijo: "¡Abu Talha, dime! Si la gente presta a otro un objeto y viene a reclamárselo luego, ¿los prestatarios podrían negarse a devolver el préstamo? "
- "No."
- "Allah, el Poderoso, el Majestuoso te había prestado a tu hijo y lo ha recuperado. Sé paciente y espera a ser recompensado por Allah."
Él se enojó y le dijo: "¿Tú me dejas hacer lo que hice (relación íntima), y luego me anuncias la muerte de mi hijo?" Y luego dijo: "Nosotros pertenecemos a Allah y a Él hemos de volver" y Glorificó a Allah.
Por la mañana, tomó un baño, fue hacia el Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم, rezó con él y le informó de lo que había sucedido.
El Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم dijo: "Que Allah haga de la última noche una noche bendita para ti"
Esta súplica profética benefició a Umm Sulaym y ella concibió un hijo.
Ella acompañó al Profeta صلى الله عليه و سلم en sus viajes, y no lo dejaba en ningún sitio.
El Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم dijo: " Si da a luz, traedme al niño"
El nacimiento de su nuevo hijo Abdullah
Una vez, ella le acompañaba en un viaje y el Profeta صلى الله عليه و سلم tenía la costumbre, a su regreso a Medina, de no entrar en plena noche. Cuando llegaron a las afueras de Medina, Umm Sulaym inició el trabajo del parto. Abu Talha fue a ocuparse de ella, mientras que el Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم continuó su viaje.
Abu Talha dijo: "Oh Señor, tú sabes que me gustaría salir con Tu Profeta y volver con él. Pero aquí estoy retenido por lo que Tu ves".
Umm Sulaym, le dijo: "Abu Talha, ya no siento lo que sentía."
La pareja reanudó su viaje y la mujer comenzó su trabajo de parto después de la llegada a Medina.
Ella tuvo un niño y le dijo a su hijo Anas: " Anas, no le amamantaré sino cuando se lo hayas enseñado al Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم y le envió dátiles con su bebé"
Anas dijo: "El bebé lloró toda la noche y yo me ocupé de él hasta por la mañana.
Luego lo llevé ante el Mensajero de Allah, al que encontré vestido con un manto y a punto de marcar a los camellos y ovejas (se trataba del marcado de los camellos destinados al zakat para evitar su pérdida). Cuando miró al bebé, dijo:
- "¿Es que la hija de Malhane dio a luz ?"
- "Sí", le dijo Anas.
- "Espera que ahora voy contigo." Y luego tiró lo que tenía en la mano, cogiendo al bebé y le dijo: "¿Es que ha venido con algo?"
- "Sí, los dátiles" le dijeron:
Entonces el Profeta صلى الله عليه و سلم tomó algunos dátiles, los puso en su boca para humedecerlos con su saliva. Luego abrió la boca del bebé, introdujo los dátiles y los pasó por la parte superior de la boca. El bebé empezó a chupar y a succionar los dátiles. Así, el primer alimento recibido por el estómago de este bebé se mezcló con la saliva del Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم.
Éste dijo: "Vean cómo a los Ansar les gustan los dátiles!"
Anas dijo: Yo le dije: Oh Mensajero de Allah صلى الله عليه و سلم dale un nombre.
Se frotó su cara y lo llamó Abdullah. Ningún joven de los Ansar era mejor que él. Él tuvo muchos descendientes, y fue mártir durante la conquista de Persia por los musulmanes. Este es uno de los efectos de la súplica bendita del Profeta صلى الله عليه و سلم. (Al-Bujari, Muslim, Ahmad, at-Tayalissi)
Tomado de: https://salafiyahathariyah.blogspot.com/2017/11/abou-talha.html
Traducido al castellano por Umm Amina