El
musulmán permanece boquiabierto al leer las biografías de los
predecesores piadosos y constata su determinación en la adquisición del
conocimiento sobre todo cuando sabemos que algunos de ellos a veces
emprendían largos viajes, ¡sólo por 1 Hadiz!
Muchos sabios han realizado largos viajes gastando sus ahorros, soportando el hambre, la enfermedad, el miedo y la fatiga con el fin de sacar provecho del conocimiento de un Sheij, pero una vez llegado a su destino se enteraban de que el Sheij acababa de morir, a veces llegaban a la hora del funeral del sheij o llegaban encontrando al Sheij gravemente enfermo en la agonía de la muerte.
Esto llevó al Imam Al-Khatib Al-Baghadadi a consagrar en su Obra Rihlatu Fi Talab Al Ilm todo un capítulo que contiene varias historias de los Salaf que habían viajado con el fin de beneficiarse del conocimiento del Sheij y que al llegar se encontraban que el Sheij había muerto. Por ejemplo:
Muchos sabios han realizado largos viajes gastando sus ahorros, soportando el hambre, la enfermedad, el miedo y la fatiga con el fin de sacar provecho del conocimiento de un Sheij, pero una vez llegado a su destino se enteraban de que el Sheij acababa de morir, a veces llegaban a la hora del funeral del sheij o llegaban encontrando al Sheij gravemente enfermo en la agonía de la muerte.
Esto llevó al Imam Al-Khatib Al-Baghadadi a consagrar en su Obra Rihlatu Fi Talab Al Ilm todo un capítulo que contiene varias historias de los Salaf que habían viajado con el fin de beneficiarse del conocimiento del Sheij y que al llegar se encontraban que el Sheij había muerto. Por ejemplo:




¡Esta noticia le entristeció muchísimo!, después se sentó muy afectado y empezó a llorar.
Al verlo en este estado, un hombre se le acercó y le preguntó: "Oh joven hombre, ¿qué es lo que te hace llorar?"
Ali Ibn Assuim respondió: "He viajado con el fin de tomar un Hadiz de este Sheij pero él acaba de morir"
Entonces
el hombre le propuso a Ali Ibn Assuim de enseñarle los Ahadiz (que
Ikrama le había enseñado de Ibn Abbas según del Mensajero de Allah) el
joven aceptó esta propuesta y después de un mes aprendiendo, el joven le
preguntó a este hombre: "Que Allah te bendiga, pero ¿quién eres?"
El
hombre respondió: "¿Hace un mes que estudias conmigo, y no me conoces?
¡Soy Hussein Ibn Abdirahman, en cuanto a mí no me faltaba sino 7 o 9
Dirham para estudiar con Ibn Abbas!" .
Dado
que yo no los tenía, no pude beneficiarme de Ibn Abbas y por lo tanto
fue Ikrama quien en ese momento estudiaba con Ibn Abbas el que me hubo
relatado lo que él había aprendido. "
Tiene
que saber que Hussein Ibn Abdirahmane era un esclavo, que ahorraba
para pagar su liberación lo que le habría permitido estudiar con Ibn
Abbas. Obtuvo una gran parte del dinero, pero cuando solo le faltaba 7 o
9 Dirham (para pagar su liberación) Ibn Abbas murió.