El aprendizaje de la expresión: "No hay deidad digna de adoración excepto Allah" para el niño:
Una vez que el niño empieza a ser consciente, el padre y la madre deben hacerle repetir la expresión de la unicidad de Allah para que impregne sus principios morales y su forma de pensar. En efecto, se convertirá en el centro hacia el que convergen todas sus acciones y todos sus deseos, y comprenderá que esta expresión es una palabra de la verdad y el fundamento de la adoración. Ummu Soulaim dijo: "Yo había abrazado la religión del Mensajero de Allah - sallallahu alayhi wa sallam - durante la ausencia de Abu Anas. Cuando él regresó, me preguntó: "¿Me has echado de menos? "Le dije:" No, no te he echado de menos, sin embargo, he descubierto la fe. "Ella comenzó a enseñar a Anas:" No hay deidad digna de adoración excepto Allah"" Atestigüo que Muhammad es el Mensajero de Allah ", es así como él aprendió el doble testimonio de fe. [As-Siyar, 2/305]
Por lo tanto, el credo de la Unicidad de Allah se consolidará en el corazón del niño, lo que le hará un verdadero creyente.
Yundub dijo: "Nosotros de pequeños viviamos cerca del Mensajero de Allah - sallallahu alaihi wa salam -. Nosotros aprendimos la fe antes de aprender el Corán, luego, aprendimos el Corán y esto hizo crecer nuestra fe. " [As-Siyar 3/175, sus narradores son personas dignas de confianza. [...]
Enséñeles el Libro de Allah y el amor a Su Mensajero - sallallahu alaihi wa sallam - y a la gente de la casa ( Ahlul bayt):
Así, el niño crecerá con un corazón unido al amor de Allah, a la veneración de Su Libro y a la meditación de sus versículos; observará sus prohibiciones, y evitará lo que se ha declarado ilícito, y prestará atención a las historias que el Corán menciona a modo de parábolas. Su corazón se aferrará a los Profetas y será sensible a los sacrificios que ellos consintieron en nombre de la religión.
El Corán está lleno de exhortaciones que llaman a la virtud. Aisha dijo cuando se le preguntó sobre el carácter del Profeta - sallallahu 'alayhi wa sallam - "Su carácter era el Corán".
Del mismo modo, el Corán inicia al niño en el temor de Allah. Umar Ibn Abdul Aziz comenzó a llorar un día, cuando aún era un niño pequeño. Su madre envió a preguntarle qué le hacía llorar. Él respondió: "Me acordé de la muerte." Después de esta escena, él memorizó enteramente el Corán. Su madre lloró cuando se enteró de esto. [Al Iyale, 1/475]
Además, el Corán le acostumbra a la elocuencia y le evita los errores del lenguaje: Por ejemplo, Ibn Umar e Ibn Abbas pegaban a sus hijos por los errores del lenguaje. [Siyarou A'lamin Noubala 5/116]
No hay nada de malo en darle una recompensa al niño cuando memoriza el Corán, era un hábito corriente entre nuestros piadosos predecesores. Cuando un hijo de Abdullah Ibn Al Hassan completó su memorización del Corán, Abdullah lo anunció y entonces Al-Hassan Ibn Ali dijo: "Cuando un niño terminaba su memorización en otro tiempo, se sacrificaba un camello y se preparaba comida para la gente" . [Tadzkiratoul Aba (pág. 48)]
[Fuente: "La relación madre-hijo en el Islam", Ummu Sufyan, p71-72, 74-75]
Transcripción:Emna Umm Abdul Tawab
Tomado de: https://salafiyahathariyah.blogspot.com/2017/12/leducation-religieuse.html
Traducido al castellano por Umm Amina