Por Imam al-Bazzar
Imam Siraj ad-Din Abu Hafs Umar ibn Ali Ibn Musa Ibn Khalil al-Baghdadi al-Bazzar era amigo íntimo y compañero de Ibn Taymiyyah. Esto es lo contó sobre él:
"Durante las noches, se separaba de todo el mundo, aislándose con su Señor, recitando el Glorioso Corán estrictamente y repetía diversas adoraciones de día y de noche.
Cuando la noche terminaba, se reunía con la gente para la oración de al-Fajr, realizando antes las oraciones voluntarias. [...]
Al recitar el Corán, alargaba su recitación como es auténticamente relatado de la recitación del Mensajero de Allah sallallahu 'alayhi wa sallam.
Su inclinación y su postración, así como su enderezamiento se encontraban entre los más correctos jamás relatados en cuanto a las oraciones obligatorias.
Y pronunciaba el taslim muy alto, para que todos los presentes pudieran escuchar...
Nadie podía hablar con él después de la oración de la mañana, excepto por algo absolutamente necesario. Permanecía haciendo su dhikr, escuchándose a sí mismo.
A veces, él permitía a los que estaban sentados a su lado escuchar su dhikr, levantaba constantemente los ojos al cielo. Y permanecía en este estado hasta que salía el sol.
Durante mi estancia en Damasco, pasaba con él una parte del día y casi toda la noche.
Me acercaba a él y me solía sentar a su lado.
Yo podía escuchar lo que él recitaba y lo que repetía, y noté que repetía "al-Fatiha" una y otra vez, pasando así todo el tiempo entre el Fajr y ash- Shuruq.
Así que comencé a preguntarme: ¿Por qué recitaba constantemente este capítulo del Corán, con exclusión de todo lo demás?
Posteriormente, esto se aclaró para mí - y Allah es Quien sabe - que al hacerlo así, su intención era combinar su recitación entre lo que había sido narrado en un hadiz y lo que había sido objeto de debate entre los sabios que era si el Adhkar debía tener prioridad sobre la recitación del Corán, o viceversa.
Entonces él se dijo que recitando "al-Fatiha", él manejaba ambas opiniones y obtenía así el beneficio de ambas acciones y esto demuestra su fuerte lógica y la profundidad de su perspicacia.
Era raro que alguien inteligente no le viera sin que viniera a él y le besara las manos.
Incluso el más activo de los hombres de negocios abandonaba lo que hacía para venir a saludarle y pedir sus bendiciones [invocaciones?].
A todo esto, él daba a cada uno su parte de tiempo, saludos...
Si veía un mal en la calle, se esforzaba en hacerlo desaparecer y si escuchaba de algún funeral, se apresuraba para rezar o se disculpaba por no haber podido asistir. A veces iba hasta la tumba del difunto para invocar después de haber terminado de escuchar los Ahadiz.
Luego regresaba a su mezquita, donde daba fatwas a la gente y respondía a sus preguntas, hasta el momento de la oración del Dhuhr en grupo. Él pasaba el resto del día haciendo eso.
Sus clases eran por lo general para los ancianos, los jóvenes, los ricos, los pobres, los libres, lo esclavos, los hombres y las mujeres.
Hablaba con todos, cada uno de ellos tenía la sensación de que Ibn Taymiyyah les trataba mejor de lo que trataba a cualquier otra persona presente.
Luego rezaba Al-Maghrib, y acontinuación rezaba tantas oraciones voluntarias como Allah le permitía. Entonces yo u otros le leían sus escritos y nos hacía sacar provecho de sus diversos comentarios y notas. Hacía esto hasta que rezábamos al-Isha después de la cual continuábamos haciendo lo que hacíamos antes, recorriendo los diversos campos del saber.
Hacíamos esto hasta que una gran parte de la noche había pasado. Durante todo ese tiempo - día y noche - Ibn Taymiyyah recordarba a Allah constantemente, mencionaba Su Unicidad e imploraba Su Perdón.
Y alzaba sus ojos constantemente, sin cesar, como si viera algo que atrayera su vista. Procedía así durante todo el tiempo que pasé con él.
Y ¡Subhan Allah!
¡Que días tan cortos!
¡Si hubieran sido más largos!
Por Allah, hasta este día, no he conocido mejores momentos de mi vida de los que pasé con él, y no he estado en un estado mejor del que estaba en ese momento, y esto, por ninguna otra razón que la BARAKAH del Sheij, que Allah esté complacido con él.
Cada semana, él visitaba a los enfermos, especialmente aquellos del hospital.
Más de una persona - de cuya confianza no había duda - Me han confirmado que la vida entera del Sheij se llevó a cabo de la manera que he presenciado.
Así que, ¿qué adoración y que Jihad es mejor que eso?
Tomado de: https://salafiyahathariyah.blogspot.com/2017/12/une-journee-au-cote-de-ibn-taymiyyah.html
Traducido al castellano por Umm Amina