La Trinidad
(1ª Parte)Véase: Izhâr el Haq de Rahmatu Allah el Kaïrânawî, resumido por Mohammed Mulkâwî
• Exponemos aquí algunas nociones elementales:
1- Los libros del Antiguo Testamento mencionan de manera unánime que Allah es Solo y Único; No tiene ni mujer ni hijo, Él es el Viviente y no muere, es capaz de todo y nada se le parece en el ámbito de su Ser y de Sus Atributos. Estas nociones son tan notorias y tan abundantes que no es necesario citar los textos correspondientes.
2- La Torá prohíbe en varios pasajes adorar a otro que no sea Allah. [1] Incluso ordena matar a cualquiera que predique adorar a una deidad distinta que Allah, aunque este predicador fuera profeta autor de milagros grandiosos. Ella (la Torá) ordena claramente lapidar a cualquiera que venere a otro que no sea el Todopoderoso o anime a hacerlo; poco importa si el autor de este crimen es un hombre o una mujer o que la persona a quien este anima a hacerlo sea un pariente o amigo.
3- Algunos pasajes de la Torá mencionan que Allah es "puro" de cualquier parecido con nada de Su creación. Esta dice claramente: {y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, más a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.}{Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego;} {para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra}[2]. Algunos pasajes del Nuevo Testamento señalan también que no es posible ver a Dios en la tierra, aquí tenemos un pasaje: {Nadie ha visto jamás a Dios}. [3] En otro pasaje, se afirma: {a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver}"[4] Un tercer pasaje nos dice: {A Dios nadie le vió jamás} [5]
Por lo tanto, nada se asemeja a Allah y nadie puede verLe en la tierra; cualquier entidad que el ojo pueda discernir en ningún caso puede ser un dios, aunque pueda ser designado como "Dios" o "Señor" en las palabras de Allah, de los profetas o apóstoles. De hecho no es pertinente fiarse de los pasajes que van en contra de la razón a expensas de otros pasajes conformes a la razón. Por otra parte, muchos pasajes de la Biblia usan el término "dios" para referirse al ángel, a Moisés, a los jueces de las tribus de Israel o al hombre perfecto. Incluso se utiliza para el hombre común o para el maldito Satanás. Sin embargo, en diferentes casos en los que no designa a Allah, toma un significado particular para la persona que designa y para el contexto, de manera que ninguna confusión sea posible desde el principio. No es apropiado inspirarse en algunos pasajes en los que un hombre es calificado de "Dios" o "hijo de Dios" y abandonar tantas pruebas racionales y textuales que demuestran que toman un significado particular.
4- Ningún profeta ni ninguna revelación divina hizo mención al dogma de la Trinidad. Ningún texto de la Torá actual la evoca aunque solo fuera por alusión. Los sabios judíos desde la época de Moisés (la paz sea con él) hasta hoy en día no reconocen la Trinidad y no admiten que sea atribuida a sus libros. Si la Trinidad tuvo un origen, habría incumbido a Musa (Moisés) y a todos los demás profetas de las tribus de Israel de las cuales formaba parte ISA (Jesus), el exponerla claramente. Los profetas tenían la misión de poner en práctica todas las leyes de la Torá. No obstante, según los cristianos, la creencia en la Trinidad es la única salvación para los hombres. ¿Cómo explicar entonces que ningún profeta lo hizo el centro de su misión, en el momento en el que él expuso verdades mucho menos importantes?
Él se toma el tiempo de enseñar algunas leyes repetidamente con el fin de anclarlas mejor en las conciencias y confirmar elocuentemente que hay que ponerlas en práctica. Algunas leyes son condenables, para quien las abandona (se prescribe) la pena de muerte. ¿Cómo Jesús (la paz sea con él), que cerró la profecía judía, y es uno de las tres hipóstasis para los cristianos, subió al cielo sin haber explicado previamente este dogma claramente y poner fin a toda interpretación errónea? Él podría haber dicho, por ejemplo, que Dios se compone de tres hipóstasis: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Sin olvidar de precisar que el Hijo tiene semejante vínculo con el Padre, aunque no sea posible entender esta relación, etc.
En verdad, los cristianos no poseen ninguna prueba que apoye su dogma. Ellos sólo se conforman con dar las interpretaciones más inverosímiles a los textos más formales. El autor de Mizan al-Haq, el sacerdote D. Fandar plantea la pregunta siguiente en otra obra titulada Miftah al Asrar: "¿Por qué Cristo no enseñó a los hombres de manera explícita el asunto de su divinidad? ¿Por qué no indicó claramente en dos palabras: "Yo soy Dios"? " A lo que él se respondió a sí mismo diciendo: "Nadie tuvo la capacidad de comprender esta unión y esta unidad antes de que regresara de entre los muertos y ascendiera al cielo. Si él hubiera dicho: "Yo soy Dios", los hombres habrían entendido que era su persona humana mientras que es totalmente falso. Hay muchas cosas sobre las que informó a sus discípulos:{Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.}[6] Esta es la razón por la que los sacerdotes judíos intentaron en varias ocasiones capturarlo y lapidarlo. Así pues él evocó su divinidad solamente por enigma cuando se encontraba entre ellos."
Refutando las palabras del Dr. Fandar podemos decir en primer lugar: el contenido de su respuesta es muy débil. Él afirma en efecto que no era posible para nadie entender la Trinidad en su esencia y la divinidad de Cristo, desde el momento en que estuvo en la tierra. Sin embargo él podría haberles dicho a los apóstoles y a los judíos que la relación de unión entre su cuerpo y la segunda hipóstasis es una noción que sale de sus entendimientos. Sólo tienen que estar convencidos de que él es un dios sin tratar de ir más allá; él no es dios por su cuerpo sino por su relación de unión que su entendimiento no es capaz de comprender. Lo más sorprendente es que este misterio se prolonga también después de que el Mesías ascendió al cielo. Todavía hoy en día, ningún sabio cristiano ha sido capaz de explicar esta relación. En sus escritos, hay confesiones que abundan en esta dirección. Para darse cuenta solo basta abrir la Enciclopedia del Libro Santo, sabiendo que más de veinte teólogos han participado en su elaboración. Una confusión flagrante reina para definir simplemente el término de "Trinidad".
En segundo lugar decimos: ¿por qué Jesús tendría miedo de admitir su divinidad a los judíos, haciéndolo solo por enigma? Por lo tanto, ¿no es él, según ustedes, el Redentor venido a los hombres para redimir sus pecados a través de la crucifixión? ¿No sabía él que los judíos lo pondrían en la cruz? ¿Cómo entonces, tendría miedo él de explicar delante de ellos el dogma fundamental, que es el único capaz de salvar a la humanidad? ¿Cómo el Dios creador del cielo y de la tierra, tendría miedo en Su infinita Grandeza de uno de los pueblos más viles de la tierra? ¡No obstante, algunos profetas judíos fueron asesinados o perseguidos por su pueblo, pero esto no les impidió propagar la verdad sin el menor temor!
El mismo Cristo fue muy severo con los escribas y fariseos a quienes él trataba de hipócritas, guías ciegos, ignorantes, serpientes y víboras. Él desveló todas sus acciones en público hasta el punto en que algunos legistas le indicaron que estos insultos les concernían igualmente. [7] ¿Cómo podemos imaginar que después de haberlos denunciado rotundamente, Cristo temía a los judíos tanto, que él se abstuvo de exponer su dogma fundamental del origen de su redención? ¿Cómo se puede contraponer a un hombre tan noble, una imagen tan vil?
• La razón refuta a la Trinidad:
Los cristianos están convencidos al mismo tiempo que la Trinidad es efectiva y que la Unicidad es efectiva. Sin embargo, la Trinidad implica necesariamente la presencia de un número superior a uno. Varios elementos efectivos no pueden corresponder a un solo elemento efectivo. Los opuestos no pueden en ningún caso reunirse. El Ser Supremo no puede corresponder a muchos seres a la vez. Los adeptos de la Trinidad no pueden, por lo tanto, reivindicar ser monoteístas porque una entidad única efectiva no puede ser al mismo tiempo la tercera de otra entidad única que estaría compuesta por el conjunto de tres entidades diferentes. En cuanto a la cifra tres, es posible dividirla en tres partes, que corresponde cada una a una sola entidad y todas corresponden a tres. Uno de sus elementos concretos forma parte integrante de esta trinidad. Si unimos la unidad y la trinidad en un mismo receptáculo, implica que la parte es el todo y que la totalidad es la parte. También implica que la unidad es un tercio de sí misma, lo que corresponde a tres ejemplares de la cifra tres; y que la cifra tres es el tercio de esta unidad, lo que corresponde a tres ejemplares de sí misma. El espíritu más elemental refuta de golpe todas sus implicaciones a la vez.
Por lo tanto, es imposible afiliar la Trinidad efectiva al Altísimo. Por ello si uno encuentra un texto cristiano que parece ser un argumento a favor de la Trinidad, hay que interpretarlo de tal manera que se haga corresponder al mismo tiempo con los otros textos y con la razón dado que tanto los textos como la razón atestiguan que es imposible afiliar la Trinidad a Dios.
George Sal (o Seal) tradujo al inglés el Corán publicado en 1836 de la era cristiana, en el interior del cual ofreció ciertas recomendaciones a sus correligionarios, entre ellas: "No enseñen a los musulmanes asuntos que van en contra de la razón, porque ellos no son idiotas para que podáis prevalecer sobre ellos, como la cuestión de adorar a una imagen o el "Ashâ-e-Rabbânî". Muchos de estos temas les son familiares. Toda iglesia donde estén presentes estas cosas, en ningún caso, les puede atraer. "
Tal confesión de parte de un sacerdote demuestra que su religión se basa en principios contrarios a la razón. En verdad, los adeptos de tal religión son verdaderos paganos. Los sabios musulmanes afirman que no existe una confesión más infantil y más alejada de la razón que la de la religión cristiana, ya que no existe un dogma más erróneo y más fácilmente refutable que el dogma cristiano.
[1] Ver como ejemplo: El Éxodo; 20.3, 4, 5, 23 y 34. 14 y 17, Deuteronomio; 13.1-11 y 17.2-7.
[2] Deuteronomio; 4.12 y 15-18.
[3] Juan; 1.18
[4] Primera epístola de Timoteo; 6.16
[5] Primera epístola de Juan; 4.12
[6] Juan; 16.12
[7] Ver: Mateo; 23.13-37 y Lucas; 11,37-53.
Traducido al francés por Karim ZENTICI
Tomado de http://mizab.over-blog.com/article-la-trinite-partie-i-66679784.html
Traducido al castellano por Umm Amina
Texto en castellano: https://alhamdulillahialalislamwasunnah.blogspot.com/2018/12/la-trinidad.html
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