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miércoles, 6 de agosto de 2014

La opinión de Sheij al Albani sobre la depilación✅



Pregunta 42: Si la mujer se depila la cara y las cejas, ¿está obligada a cubrirse el rostro?

Sheij al Albani: Sí, en este caso, ella tiene que cubrirse el rostro. La prohibición de depilarse y el hecho de cubrirse el rostro están unidos, ya sea tanto de manera positiva como negativa. Si nosotros decimos que le está absolutamente permitido depilarse, entonces ella está obligada a cubrirse el rostro. Sin embargo, si declaramos que ella está autorizada a depilarse ligeramente, ella puede entonces no cubrir su rostro.


Pero el Mensajero de Allah صلى الله عليه وسلم dijo: -"Que Allah maldiga a aquellas que depilan las cejas y a las que piden que se les depile”- Al final del hadiz, la causa es anunciada: -"aquellas que alteran la creación de Allah”-.
Esto demuestra que la razón de la maldición no es imputable a la abundancia o no del vello depilado, sino más bien a la alteración de la creación de Allah. Si la mujer se depila un poco las cejas, ella cae bajo el efecto de la maldición, ya que la causa esta ligada al acto.
Entre los sabios contemporáneos, algunos limitan la prohibición de depilarse a las cejas únicamente y otros sólo a la cara. Pero la actitud correcta consiste en poner en práctica el hadiz de manera absoluta. No está permitido que la mujer, por no hablar del hombre, elimine ni un solo vello de su cuerpo, excepto lo que está autorizado, respecto a la generalidad del texto y a la causa que lo acompañe.


Por ejemplo, nos encontramos frecuentemente con esta pregunta: una mujer que tiene mucho vello en el brazo. No obstante, su marido encuentra esto feo, ¿tiene ella derecho a depilar esta parte de su cuerpo? La respuesta es: este acto altera la creación de Allah. De hecho, Allah la creó con mucho vello. Ella debe entonces estar satisfecha de la creación de Allah y no alterarla. Ella no puede depilarse sino en la medida de lo que Allah permitió, como las axilas, etc.


En nuestros días, Allah ha probado a las mujeres mediante el uso de cabello falso, como  la peluca. Algunos afirman que esto está autorizado ya que el objetivo es agradar a su marido. Pero según algunas transmisiones del hadiz citado anteriormente: -“¡Qué Allah maldiga  a las que añaden extensiones de cabello y a las que se dejan añadir extensiones!”-.


En al Sahih, se narra que una mujer se presentó ante el Profeta صلى الله عليه وسلم  y mencionó el caso de su hija. Esta se había casado y comenzó a perder su cabello. Ella quería saber si podía ponerse extensiones. El Profeta  صلى الله عليه وسلم  le respondió: -"¡Qué Allah maldiga a las que añaden extensiones a los cabellos y a las que piden que se les hagan extensiones!”-.
En cuanto a la especificación de la depilación y del limado de dientes que se menciona, hay que saber que se trata no de una especificación, sino de una enumeración en un texto general. Así pues, la generalidad del texto es derivada a la causa, sabiendo que: - "aquellas que alteran la creación de Allah para embellecerse”-. Esta última frase nos muestra dos enseñanzas esenciales:


La primera: la alteración que atrae la maldición es la efectuada con un interés estético. Sin embargo, no sería nada si se realizara para rechazar un mal.


La segunda: el dicho del Profeta صلى الله عليه وسلم : -"aquellas que alteran la creación de Allah”-. Incluyendo toda forma de alteración ya que la causa es general y engloba todo cambio.


Conviene señalar que esta regla se aplica tanto a la mujer como al hombre.


En efecto, algunos hombres deciden rapar los pelos que crecen en sus pómulos. Ellos están incluidos en este hadiz. Todo esto forma parte de la creación de Allah. No obstante, la creación de Allah es hermosa. A este respecto, se ha narrado en un hadiz que el Profeta  صلى الله عليه وسلم vio a un hombre que había alargado su vestimenta. Él le ordenó: -"¡Eleva tu vestimenta!”-, El hombre respondió: -"Tengo las tibias torcidas”-. A lo que el Profeta  صلى الله عليه وسلم respondió: -"Toda la creación de Allah es hermosa”-.

Tomado de (Fatawas contemporáneas) páginas 359/361 de Sheij al Albani
 Traducido al castellano por Umm Amina