Páginas

sábado, 17 de noviembre de 2012

Las lágrimas del Califa Harun Ar- Rashid y las palabras francas de Sufyan At - Tawri✅


Por Imam Ibn Al Jawzi


La gente llamaban a Sufiyan Ibn Sa'id At- Thawri- rahimahullah : "El jefe de los creyentes en el hadiz ". Nació en el año 97.Y partió de Kufa hacia Bassra en el año ciento cincuenta y cinco. Murió en Bassra en el año ciento sesenta y uno. Él era el sabio de la comunidad, devoto y asceta.
Sus cualidades eran numerosas. El Imam Ibn Balban así como Al-Ghazali - que Allah les tenga
Misericordia-, y otros como ellos han relatado que cuando Ar-Rashid, rahimahullah - se convirtió en califa, todos los sabios, acompañados de sus familias, vinieron a visitarle, excepto Sufiyan At- Thawri que no lo visitó, y eso que exitían lazos de amistad entre ellos. Esto hirió a Ar-Rashid que luego le envió una carta en la que le decía:


"En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso,
De parte del siervo de Allah, Harun, el jefe de los creyentes a su hermano en Allah Sufiyan Ibn Sa'id At- Thawri.
Tú sabes, que Allah subhana wa taala ha ligado a los creyentes con vínculos de fraternidad.
En cuanto a mi, te considero como mi hermano en Allah, y por esta fraternidad, no he roto los lazos de amistad que siento por ti, yo tengo una gran amistad contigo y estoy a tu entera disposición. Si no tuviera las responsabilidades que Allah  Subhana
wata'ala me asignó, yo hubiera venido a verte, incluso a cuatro patas, y esto, a causa del amor que tengo por ti en mi corazón.
¡Qué sepas, oh Abu Abdullah! Que no hubo ninguno de nuestros hermanos que no haya venido a visitarme y a felicitarme por las funciones que me fueron asignadas. Abrí la tesorería y les ofrecí regalos magníficos, lo que me hizo feliz y me regocijó. Me di cuenta que has tardado en venir a verme, y es por esta razón por la que te escribo esta carta para informarte del gran anhelo de verte, que siento hacia ti.
¡Oh Abu Abdullah! Conoces los ahadiz que han sido narrados sobre el hecho de visitar al creyente y de mantener vínculos con él, así que tan pronto como mi carta te llegue, apresúrate a venir a verme! "


Luego le entregó la carta a Ibad-Atalquani - rahimahullah - y le ordenó entregársela y observar atentamente todos sus gestos y acciones, grandes y pequeñas, con el fin de comunicárselo.

Ibad dijo: "Me fui con la carta a Kufa y encontré a Sufiyan-rahimahullah - en su mezquita.
Cuando me vio de lejos, se levantó y dijo: "Me refugio en Allah, Aquel que Oye, el Gran Conocedor, contra el demonio maldito! Oh Allah, busco refugio en Tí, contra la persona que llama a la puerta, a menos que venga con un bien! ".
Descendí de mi caballo en la puerta de la mezquita, Sufiyan se levantó y se puso a rezar, mientras que no era el momento para la oración. Entré y dí el salam, pero nadie presente en la reunión giró su cabeza hacia mí. Estaba levantado y ninguno de ellos me propuso asiento. Frente a su aire imponente, me puse a temblar.
Luego le lancé la carta. Cuando él vio la carta, se puso a temblar y se alejó como si hubiera sido una serpiente que venía hacia él, y esto, mientras él estaba en el lugar donde ofrecía la oración.
Se puso de rodillas, se posternó y saludó. Luego puso su mano en su manga, cogió la carta la volteó y se la arrojó a alguien que se encontraba detrás de él y dijo: "Que uno de ustedes la lea, y pido perdón a Allah, de tocar alguna cosa que un tirano haya tocado con sus manos. "
Ibad agregó: "Uno de ellos tendió su mano hacia Sufiyan mientras temblaba, como si
una serpiente lo hubiera mordido, luego la leyó. Entonces Sufiyan emitió una sonrisa de asombro.
Cuando terminó de leerla, él le dijo: "Gírala y escríbele a este tirano detrás de su carta, ya que si él ha obtenido el papel de la carta de forma lícita, será recompensado por esta, pero, si lo ha obtenido de forma ilícita, entonces se le quemará con el, y nada de lo que un tirano haya tocado con su mano y pueda pervertir nuestra religiosidad se quedará aquí con nosotros."

Entonces le dijeron: "¿Qué tenemos que escribir? "
Él respondió: «Escribe:
En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso
De parte del siervo y del predicador Sufiyan a la atención del siervo engañado por la esperanza de vivir mucho tiempo, Harun, aquel al que la dulzura de la fe así como el placer de la lectura del Corán le han sido arrebatados.
Te escribo para informarte que he roto los lazos contigo y he roto la amistad que tenía por ti. Has hecho de mi un testigo contra ti, y esto, porque has reconocido tú mismo, en tu carta, que has asaltado la tesorería de los musulmanes, y que has gastado y despilfarrado sin razón;
que sepas que yo testificaré contra ti, yo y mis hermanos que hemos asistido a la lectura de tu carta, y vamos a utilizar esta evidencia ante el Justo Juez;
¡Oh Harun! Has asaltado la tesorería de los musulmanes sin su consentimiento;
Los recién llegados al Islam, y aquellos que se ocupan por ellos y que se encuentran sobre la tierra de Allah, los combatientes por la causa de Allah y los huérfanos ¿te tienen estima por este acto?
Los que conocen el Corán de memoria, y la gente de conocimiento, es decir, aquellos
que lo ponen en práctica, ¿te tienen estima por este acto?
Los huérfanos y las viudas ¿te tienen estima por este acto?
La gente entre tu gente ¿te tienen estima por esto?
Entonces ¡Oh Harun! Aprieta tu cinturón y prepara las respuestas que vas a dar durante tu interrogatorio y ármate de paciencia por las desgracias que vas a sufrir.
Que sepas que vas a estar entre las manos del Justo Juez, así que teme a Allah por ti mismo, y esto, si te han arrebatado la dulzura del conocimiento y el ascetismo, los placeres del Corán y el hecho de sentarse con los bienhechores, y has aceptado para ti mismo, ser un tirano y ser líder de los tiranos.
¡Oh Harun ! Te has sentado en el trono y te has vestido con suaves ropas, has bajado las cortinas ante tu puerta y te has comparado con el Dueño de los mundos, con tu ordenanza; luego has puesto en tu puerta a tus soldados tiranos que oprimen a la gente y que no son justos, beben vino y castigan a los que beben vino, cometen adulterio y castigan a los que cometen adulterio, roban y cortan la mano al ladrón, matan y ellos son los que matan.
Estos juicios primero deberían aplicarse a ti y a ellos, antes de ser aplicados a la gente.
¡Oh Harun ! ¿Cuál será tu estado mañana cuando se clame ante Allah:

"¡Reunid a los que fueron injustos, a sus esposas"
[Corán 37: 22]
"¿Dónde están los tiranos y sus ayudantes? '
Y se te ponga delante de Allah azawajjal mientras que tus dos manos estarán atadas a tu cuello. Sólo tu justicia y tu equidad te podrán desatar. Los tiranos te rodearán, y tú serás su líder para guiarlos al infierno. Es como si te viera, mientras estás amarrado al cuello por una cuerda corta soportando el sufrimiento. Tu ves tus buenas obras en la balanza de otros, y las malas acciones de otros se añadirán a las tuyas en tu balanza, divisarás desgracias sobre desgracias y tinieblas sobre tinieblas.
Así que, ¡Oh Harun! ¡Teme a Allah azawajjal con respecto a tus súbditos, y cuida de la comunidad de Muhammad salallaho2 .
Que sepas que lo que posees acabará siendo de otro, y es lo mismo para la vida mundana que se desplaza de una persona a otra.

Algunas personas toman provisiones que les serán útiles, y otros pierden su vida en la tierra y perderán su vida del otro mundo.
Ten cuidado y no vuelvas a escribirme después de esta vez, porque no te responderé y recibe mis saludos."

Luego tiró la carta abierta, sin doblarla ni firmarla. La tomé y me dirigí al mercado de Kufa, mientras que el sermón me había producido un gran efecto.
Di un grito, diciendo: "¡Oh habitantes de Kufa! ¿Quién quiere comprar a un hombre que
huye de Allah para dirigirse hacia Allah? "
Ellos vinieron a mí con dirhams, entonces yo les dije: "No tengo necesidad de dinero, pero necesito un abrigo de lana áspera y una capa de algodón. Tomé esto y me quité la ropa que llevaba con la que me presentaba ante el Jefe de los Creyentes."
Monté un caballo de carga hasta que llegué ante la puerta de Harun - rahimahullah -el jefe de los creyentes, y esto, caminando descalzo. Los que estaban delante de la puerta se burlaban de mí, luego ellos pidieron la autorización para permitirme entrar.
Cuando Harun me vio en este estado, se levantó y se volvió a sentar, luego se puso de pie y comenzó a golpearse la cabeza y la cara, luego él apeló a la desgracia y a la guerra y dijo: "El mensajero ha ganado, mientras que el remitente ha perdido, ¿qué me importa los bienes de la vida terrenal, mientras que la realeza va a tomarme rápidamente? ".
Le lancé la carta abierta de la misma manera que me fué dada. Empezó a leerla, mientras que las lágrimas corrían por sus mejillas y sollozaba.
Algunas personas presentes en su asamblea exclamaron: "¡Oh jefe de los creyentes!
Sufiyan ha mostrado falta de respeto hacia tí, así que ¡por qué no enviar a alguien que le ponga cadenas pesadas y lo encarcele, para que le sirva de lección a otros! ".
Luego Harun dijo: "¡Dejad a Sufiyan! ¡O adoradores de la vida terrenal! Ya que el pretencioso
es el que les ha engañado: por Allah, ¡el desgraciado es aquel con quien vosotros os sentáis! Sufiyan es una comunidad en sí mismo."
Ar-Rrachid- rahimahullah -, conservó la carta de Sufiyan - rahimahullah - y no dejó de leerla después de cada oración llorando, y esto, hasta que murió.



Fuente: La historia de los Compañeros y de los Predecesores piadosos.
Tomado de:https://salafiyahathariyah.blogspot.com/2017/12/les-larmes-du-calife-haroun-ar-rachid.html 
Traducido al castellano por Umm Amina